
Kate
y El Chapo bailaron juntos por los titulares durante meses. Primero
desapareció, luego dio su versión en algunas entrevistas. Ahora está volviendo
a su vida de antes. Pero la resurrección de Kate del Castillo no ha sido fácil,
ni ha terminado del todo.
“Me
he tenido que defender como mujer”, contesta cuando se le pregunta si se ha
sentido atacada. “Estoy volviendo a hacer lo mío. Por dedicarme a otras cosas
descuidé mucho mi carrera.
Pero
estoy regresando. Sí, se vio afectada mi carrera, como mi vida personal, como
todo lo que Kate del Castillo pueda significar. Todo se vio afectado. Pero
bueno, son decisiones que uno toma y así es. Poco a poco, estoy recuperando los
pedacitos que quedaron de mí y los estoy poniendo todos juntos otra vez.
Y
ahora están fuertes”. Hay
una amargura en su respuesta que revela un año donde toda su carrera estuvo en
el alambre. La serie que estaba preparando con Netflix se frenó. La marca de
tequila que acababa de lanzar fue objeto de sospechas.
El Gobierno de México
afirmó haber dictado una orden para obligarla a declarar ante un juez, que le
ha impedido pisar territorio mexicano desde entonces.
Pero
últimamente Del Castillo (Ciudad de México, 1972) sale en los medios de nuevo
para hablar de trabajo.
Atendió a EL PAÍS el pasado lunes en la presentación en
Los Ángeles de su nuevo proyecto, una radionovela en podcast. La novela lleva
por título Sangre Celestial y es una historia romántica en ocho capítulos en
inglés y en español, que narra Del Castillo.
El
podcast es bilingüe porque sus personajes son nacidos en Estados Unidos de
padres mexicanos.
En opinión de los productores, los latinos en EE UU no han
entrado aún en el universo podcast y este es un intento por llegar a ellos.
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