
En Caracas,
cientos de trabajadores reclamaron nuevamente el pago de "sueldos
justos" al tiempo que advirtieron al régimen "sordo" de Maduro
que no cesarán en sus manifestaciones hasta conseguir respuestas a sus
demandas.
"Nosotros
no vamos a descansar hasta que haya respuestas (...). La respuesta que nosotros
queremos y, eso lo hemos dicho con mucha claridad, es que haya salarios dignos
y la garantía del derecho a la salud y a la vida", dijo el secretario
ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), Pablo
Zambrano.
Desde una
manifestación criticó que el régimen se reúna con gremios sindicales que
asegura no los representan y que otorgue bonos sin pronunciarse sobre aumentos
de salarios para los trabajadores del sector, que este viernes protestaron en
al menos cinco centros de salud públicos de Caracas y en otros estados como
Lara (oeste) y Bolívar (sur).
"En
este momento la crisis es tan profunda que no nos queda más a los trabajadores
que estar en las calles reclamando derechos tanto del paciente, como los
derechos que nosotros hemos conquistado", añadió.
El conflicto
laboral con los trabajadores sanitarios es el más grande que ha enfrentado
Maduro desde que llegó al poder en 2013, pero, además de pagar bonificaciones
que no inciden en el salario, su régimen no ha podido ofrecer respuestas que
desactiven la protesta.
"El
presidente (...) ha hecho oídos sordos, tanto el ministro (de Salud) anterior
como el que tenemos ahora. No es posible que después de un mes ninguno de los
dos se aboque al problema, la indolencia que tienen hacia el ser humano no
tiene parangón", dijo a periodistas Jesús Castro, delegado del Colegio de
Enfermería de Caracas.
Explicó que
su salario mensual no supera los 8.000.000 de bolívares (46,30 ó 2,75 dólares
según la tasa de cambio que se use), monto con el que apenas puede, aseguró,
comprar "una lata de sardinas", lo que deja a su familia
alimentándose "como miserables".
"El
Gobierno nos tiene así, comiendo miseria, pero se hace oídos sordos",
añadió al recordar que sus ingresos son cada vez menores por causa de la
rampante inflación que registra Venezuela, que el Fondo Monetario Internacional
(FMI) calcula cerrará en un 1.000.000 % este 2018.
El rumor de
las protestas, sin embargo, sí llegó a los oídos de la coalición opositora
Frente Amplio, que este viernes llamó a todos los movimientos sociales y
organizaciones políticas a acompañar las protestas que se vienen desarrollando.
"Hacemos
un llamado a todas las organizaciones, a todos los partidos a acompañar las
luchas que desarrollan en este momento los trabajadores del país", dijo la
vocera del frente, Belsaí Yánez.
La también
representante del partido Bandera Roja, uno de los que agrupa el frente, indicó
en una rueda de prensa que el llamado de acompañamiento es para expresar
solidaridad sin quitarle protagonismo a "los liderazgos naturales que han
venido emergiendo".
Las
declaraciones del frente son la conclusión a un proceso de consultas abierto
hace una semana en un intento por ofrecer a las protestas de los trabajadores
públicos y de ciudadanos hastiados por la pésima prestación de los servicios
públicos, un "objetivo político trascendente" en función "salir
de la dictadura", según se anunció entonces.
Venezuela es
el país con las reservas probadas de petróleo más grandes del planeta, pero
padece una severa crisis económica que se traduce en escasez de alimentos
básicos, medicinas, repuestos para vehículos y hasta dinero en efectivo.
Esta
situación ha generado que en el país se desarrollen cada día decenas protestas
de trabajadores y ciudadanos que reclaman el fin de la crisis.
El
miércoles, el régimen venezolano anunció un conjunto de medidas para hacer
frente a la crisis, que incluyen restar 5 ceros a la moneda, revisar la ley de
cambios y liberar de impuestos la importación de maquinarias y repuestos.
Pero
analistas dijeron a Efe que estas medidas son insuficientes para atajar la
grave crisis que padece el país caribeño.
Publicar un comentario