
La
coordinadora de la Mesa de Seguimiento de Nicaragua Meseni/CIDH, Denise Cook,
dijo que están recopilando la información necesaria que será plasmada en los
informes periódicos que presenta la CIDH sobre Nicaragua.
El
asesor de la oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU,
Guillermo Felez Maldonado, expresó que hay mucha preocupación sobre los
derechos humanos en Nicaragua desde los últimos meses y en especial por la
presencia de los grupos armados que operan sin ningún distintivo de autoridad.
Sobre
la negativa del gobierno del presidente Daniel Ortega a recibir a una comisión
de la Organización de Estados Americanos, comentó que la CIDH es una instancia
autónoma de la OEA.
El
director de CPDH, Marcos Carmona comentó que hay una serie de amenazas en
contra de diversos sectores y actualmente son motivo de preocupación los
despidos de médicos y personal de salud, lo cual incidirá en la atención
hospitalaria a la población.
Mientras
que el cardenal Leopoldo Brenes dijo en una entrevista con el diario italiano
Avvenire, publicada este martes, que Nicaragua vive una normalidad “fuera de lo
común” y que “aún hay descontento” entre la población.
Sobre
el diálogo, Brenes comentó que “ha habido pasos hacia adelante” y que “es la
única salida” a la crisis que atraviesa
país.
El
prelado católico remarcó que los sacerdotes “prestan una ayuda humanitaria y no
política”, al ser preguntado sobre las críticas que el Gobierno ha dirigido
sobre la actuación de los obispos, llegándoles a señalar de ser parte de un
plan “golpista”.
“El
papa Francisco siempre dice que, frente a demasiadas guerras en el mundo, la
Iglesia debe ser un hospital de campo. Las parroquias de Nicaragua son
hospitales de campo abiertas a todos, sin diferencias en posiciones políticas.
A menudo están en el sentido literal del término. Creamos pequeñas salas de
emergencia para atender a los heridos. Repito cualquier persona herida: Policía
o manifestante”, recalcó el cardenal.
El
cardenal sostuvo que el diálogo nacional “está vivo” y es la “única salida” a
la crisis sociopolítica que vive Nicaragua y que ha dejado más de 300 muertos,
según organismos de derechos humanos.
“Tal
vez no dio los resultados deseados, pero el diálogo está vivo. Y ha habido
pasos hacia adelante. El solo hecho de que el presidente se sienta desafiado,
lo demuestra. No olvidemos que solo la negociación permitió la realización de
una investigación internacional sobre la violencia”, destacó Brenes.
El
diálogo nacional “es la única salida”, insistió el religioso al analizar la
situación del país así como la labor que la Iglesia Católica nicaragüense ha
desempeñado en estos meses de crisis sociopolítica. El jerarca católico recordó
que fue gracias al diálogo nacional que una comisión independiente ha podido
ingresar a las cárceles, para proteger los derechos de los jóvenes arrestados,
“aunque en los últimos tiempos están tratando de evitarlo”.
Al ser
consultado sobre la normalidad que de acuerdo al Gobierno vive Nicaragua,
Brenes dijo que hay una normalidad “sui generis” (fuera de lo común).
“Desde
la tarde las ciudades están desiertas. Incluso, tuvimos que suspender las
celebraciones nocturnas. El descontento está ahí. Las marchas son menos
intensas. La Alianza Cívica, que reúne a las diferentes fuerzas de oposición,
está buscando nuevas estrategias para lograr el cambio que la gente quiere”,
dijo Brenes al diario italiano Avvenire.
Los
líderes del Consejo Nacional de Iglesias en los Estados Unidos (NCC) y Church
World Service (CWS), las dos organizaciones evangélicas más grandes en ese
país, enviaron una carta al presidente Daniel Ortega en la que expresan su
“profunda” preocupación por la persecución contra manifestantes
antigubernamentales y le piden cesar todo tipo de violencia.
“Estamos profundamente preocupados por las
noticias de violencia generalizada y pérdida de vidas humanas causada por
actores identificados y no identificados desde el pasado mes de abril. Ninguna
familia debe ser víctima o sufrir violencia, tampoco temer ser perseguida”,
expresan los líderes evangélicos en su misiva al presidente.
La
carta, firmada por el reverendo John L. McCullough, presidente de la
organización Church World Service, y Jim Winkler del Consejo Nacional de
Iglesias en los Estados Unidos, instó a Ortega a que asegure todos los medios
para garantizar la protección inmediata de toda violencia estatal y no estatal
a la población civil que participa de manifestaciones pacíficas de protesta.
Al
mismo tiempo, “hacemos notar la obligación del Estado de garantizar el acceso a
la justicia para los y las manifestantes que han sido asesinados, heridos o
privados de libertad”. Los evangélicos
insisten en que “es necesario poner fin a la violencia y promover un diálogo
genuino”, porque “movidos por el amor a su país y desde la buena voluntad,
beneficiarán a toda la sociedad nicaragüense”.
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