
“Yo
veo que, aún con el debilitamiento que tiene la OEA, tenemos que seguir dando
la batalla, hay un espacio que está allí, hay que dar la batalla”, declaró
Ortega, luego de ser preguntado ante un posible retiro de Nicaragua del
organismo internacional.
Ortega
ofreció la entrevista a Blumenthal el pasado 25 de julio, pero ha sido
divulgada en medios oficialistas. El
pasado 2 de agosto la OEA acordó crear un grupo de trabajo para ayudar a buscar
una solución a la crisis en Nicaragua, pero el gobierno de Ortega dijo que les
impedirá el ingreso a este país.
Por otro
lado, ante la pregunta de Blumenthal de si Ortega buscará a Rusia y China como
socios, el mandatario respondió que es “imprescindible” buscar nuevos mercados.
Sobre
el futuro del diálogo nacional, y específicamente la relación con los obispos,
que fungen como mediadores entre el gobierno y la Alianza Cívica, Ortega
mantuvo que algunos religiosos respaldaban a los opositores.
“En
el diálogo ha habido obispos que han roto con su papel de mediadores. Porque
desde el día que se instaló el diálogo algunos tomando la palabra y dándole
todo el respaldo a la oposición, en ese momento estaban restándoles autoridad a
la Comisión, otro obispo usando el Twitter para enviar mensaje en contra del
gobierno, están dañando la credibilidad de la Conferencia Episcopal como
mediadores sufrió un desgaste por las actitudes de obispos”, sostuvo Ortega.
Luego,
añadió que comparte algunas posiciones con el cardenal Leopoldo Brenes, con
quien dijo espera volverse a encontrar.
Durante
la entrevista, Ortega reiteró que a su entender las protestas en su contra
buscaban un golpe de Estado, algo que ha sido negado por la Alianza Cívica,
integrada por universitarios, empresarios, movimiento campesino y sociedad
civil.
Ortega
reafirmó en una entrevista para la cadena RT emitida este lunes, que su
Gobierno no permitirá el ingreso a Nicaragua del grupo de trabajo que acordó
crear la Organización de Estados Americanos (OEA), para para contribuir a la
búsqueda de soluciones a la crisis sociopolítica del país que ha dejado entre
317 y 448 muertos, según organismos de derechos humanos.
La
periodista argentina Julia Muriel Dominzain, preguntó al presidente qué
responde ante la creación de este grupo y Ortega dijo no tener nada que
responder. “No tenemos nada que responder porque sencillamente ellos tienen que
respetar a Nicaragua, nosotros no estamos para responderles a ellos, ellos
tienen que responderles a sus pueblos, los gobiernos que ellos representan
tiene que responder a su pueblo.
Bastantes problemas tienen en cada país de
estos como para que vengan a entrometerse a la situación de Nicaragua. No vamos
a recibir ese grupo, no tiene sentido”, afirmó el mandatario.
Ortega
criticó la labor del organismo regional y dijo que este “ha sido un instrumento
histórico creado por los Estados Unidos para controlar a toda la región aún
más, para hacerse acompañar dentro de una cobertura a la hora de invadir países
latinoamericanos”.
El presidente sostuvo
que su Gobierno “siempre ha buscado buenas relaciones con Estados Unidos, pero
hemos encontrado agresión”. “Es subordinación,
o sea esclavitud, y si uno no se rinde entonces viene la agresión”, dijo en
referencia a las sanciones contra funcionarios del Gobierno sandinista bajo la
ley Global Magnistky y la propuesta de la Nica Act.
Daniel
Ortega comentó que durante el inicio de las protestas en abril pasado, los
primeros que aparecieron “eran unos cuantos jóvenes”, pero, según él, “quienes
destacaban por su agresividad eran figuras conocidas como dirigentes de
oenegés”.
“Las oenegés han hecho una labor de organizar mujeres, jóvenes, en
funciones que son muy conocidas. Los fondos que vienen para esas
reivindicaciones se desvían y se utilizan para lo que es la promoción política
de otro partido político que no es el liberalismo”, dijo.
Según
el mandatario, el 18 de abril se vivió una protesta normal que describió así:
“gritos, algunas pedradas entre protestantes, luego llega la Policía,
aplaca”. “La noche siguiente empiezan a
salir agrupaciones a atacar puestos de la Policía, alcaldías, sedes del Frente
Sandinista, viene toda una oleada de ataques armados que empieza a provocar
muertos”, dijo.
El
presidente Ortega consideró que durante los primeros días de protestas la
oposición se entusiasmó y vio posible optar de nuevo al Gobierno, “pero al
pasar las semanas y estar bloqueados por lo que supuestamente estaban luchando
por la democracia de forma pacífica, al no poder salir de sus casas, eso es la
mejor prueba que ellos tienen y es lo que explica la alegría de ellos cuando
decidimos mandar a la Policía a desbloquear los poblados”.
“La gente recibió con alegría a la Policía
porque estaban aterrorizados viendo los crímenes que se cometían”, dijo Ortega
sin mencionar las decenas de muertes que la denominada “operación limpieza”
dejó en ciudades como Masaya, Diriamba, Jinotepe, los pueblos blancos y otros
municipios del país.
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