
Bachelet
señaló su preocupación por la situación de Nicaragua, donde "no queda
ningún órgano de derechos humanos internacional", tras la suspensión por
el Gobierno de la presencia del Mecanismo Especial de Seguimiento para
Nicaragua (Meseni).
También
denunció los ataques a la libertad de prensa en suelo nicaragüense, "que
se han intensificado con redadas a medios de comunicación y detención de
periodistas, incluso por presuntos delitos relacionados con el
terrorismo".
Por otra
parte, señaló que la crisis en Venezuela "ha alcanzado dimensiones
regionales e incluso globales con la salida de por lo menos 3.3 millones de
personas, una cifra sin precedentes", destacó Bachelet en la reunión,
celebrada en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra.
La expresidenta
de Chile alentó a todos los países de acogida de esos migrantes y solicitantes
de asilo venezolanos a que sigan facilitándoles el acceso a sus territorios y
que "sigan luchando contra la xenofobia y la discriminación" que
sufren algunos de ellos.
La
delegación venezolana presente en la reunión recordó que en noviembre hizo
llegar una invitación a Bachelet para visitar el país con el fin de
"conocer de manera objetiva la verdadera situación de los derechos humanos
en nuestra patria, más allá de la campaña mediática de satanización desatada
por las corporaciones de información transnacional".
La visita,
añadió la delegación, podría servir para que Bachelet constate las dificultades
que vive Venezuela por las sanciones "impuestas por el imperio
norteamericano, que pretende por esa vía apropiarse de los recursos y las
riquezas de los venezolanos".
Sobre
Guatemala, donde las tensiones con Naciones Unidas han aumentado a raíz de la
decisión del presidente Jimmy Morales de poner fin a la presencia de la
Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig), Bachelet mostró su
inquietud por el deterioro de la protección del sistema judicial.
"Jueces,
fiscales, testigos y defensores de derechos humanos se enfrentan a un riesgo
cada vez mayor, lo que hace que se incrementen las tensiones entre el Poder
Ejecutivo y el Judicial", subrayó la alta comisionada.
La
delegación guatemalteca negó en su réplica la existencia de esas tensiones y
subrayó que la decisión relativa al Cicig se produjo después de que su
comisionado, el jurista colombiano Iván Velásquez, "se excediera en sus
funciones durante un año y medio".
"La
principal fuente de tensión es la negativa del secretario general de la ONU
(António Guterres) a cambiar al comisionado e investigar algunas de sus
acciones", sostuvo la delegación.
También
invitó a la oficina de la ONU para los derechos humanos que dirige Bachelet a
abrir una representación permanente en Guatemala.
Bachelet
denunció por otra parte la situación de vulnerabilidad que viven muchos
migrantes centroamericanos en las caravanas que viajan por México hacia Estados
Unidos, y recordó la muerte de dos niños guatemaltecos cuando estaban bajo
custodia de las fuerzas de seguridad estadounidenses.
La respuesta
a estos migrantes "ha de ser humanitaria, con unas condiciones adecuadas
de recepción y detención", para lo cual debe adoptarse "una forma
ética de controlar la migración".
Publicar un comentario