
El proyecto
estadounidense, que fue visto por The Associated Press el martes, expresa una
“profunda preocupación de que las elecciones presidenciales del 20 de mayo de
2018 no fueron ni libres ni justas” y convoca a un “comienzo inmediato del
proceso político que conlleve a unas elecciones presidenciales libres, justas y
creíbles, con observación electoral internacional”.
En tanto, la
propuesta rusa critica “los intentos de intervención” en los asuntos internos
de Venezuela y expresa “preocupación por las amenazas de uso de la fuerza”
contra el país. Además, pide por una resolución pacífica de la crisis.
Ningún
proyecto de resolución ha pasado a manos del Consejo de Seguridad de la ONU. Si
lo hacen, es altamente probable que ambos fracasen, ya que Estados Unidos y
Rusia utilizarían sus facultades de veto en caso de ser necesario.
El embajador
ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, comentó a los reporteros el martes por la
tarde que el proyecto de Estados Unidos está “completamente desequilibrado” y
“consideramos que fue oportuno y apropiado apoyar la integridad territorial, la
unidad y la soberanía de Venezuela”.
Agregó que
los venezolanos deberían resolver el problema pacíficamente, “sin ningún rastro
de intervención militar”.
El ministro
de Relaciones Exteriores de Venezuela Jorge Arreaza dijo que le comentó al
secretario general de la ONU Antonio Guterres que el gobierno de Nicolás Maduro
quiere “profundizar la cooperación” con agencias de Naciones Unidas en ámbitos
en los que la economía venezolana “ha sido muy impactada por toda esta agresión
internacional dirigida desde Washington”. Sin embargo, insistió en que “no hay
una crisis humanitaria” y no dijo si es que pidió a la ONU alimentos o
medicamentos.
Arreaza dijo
en una conferencia de prensa en Nueva York que pidió a la ONU y al mundo que
promuevan el levantamiento de las sanciones estadounidenses que han congelado
los bienes venezolanos. Las sanciones “han hecho que miles de venezolanos
sufran”, dijo el canciller.
Agregó que
Maduro quiere evitar un golpe de Estado o una intervención militar para “que no
corra sangre tampoco de los jóvenes marines estadounidenses que se verían en
una situación tan o más complicada que la de Vietnam”.
En cuanto a
la oposición dirigida por Juan Guaidó, dijo que “está apostando a la violencia,
a la guerra civil y al golpe de Estado”.
Arreaza
puntualizó que el gobierno de Maduro ha llamado a oposición a que “nos sentemos
a dialogar”. Y aunque el gobierno “jamás ha puesto una condición”, indicó que
la oposición debe “pasar por su proceso de independencia del gobierno de
Estados Unidos”.
El ministro
dio la conferencia de prensa tras participar en una reunión de tres horas con
países del Movimiento No Alineado, de 120 miembros. Dijo que el movimiento se
solidarizó con el gobierno de Maduro y con la no interferencia de asuntos
internos de otros países, resaltando a grupos regionales del Caribe y el sur de
África e Irán.
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