
Gomes
integró la misión del Parlamento Europeo, que estuvo en Nicaragua entre el 22 y
26 de enero pasado, que descartó que en el país se haya cometido un intento de
golpe de Estado e instó al régimen a liberar los presos políticos, detener la
represión y permitir el reingreso de los organismos de derechos humanos.
La
eurodiputada ya había formado parte de una misión europea en Nicaragua. Estuvo
para elecciones generales de 2011. En esa ocasión, los observadores europeos
lamentaron el deterioro en “materia de transparencia” respecto a las elecciones
de 2006, y urgieron al Gobierno reforzar “la neutralidad e independencia” del
Poder Electoral.
En su
reciente visita, a Gomes le impresionó el vacío de la capital. “(En 2011) en
las principales calles de Managua había mucha gente y ahora no había ninguna
persona”. Tal situación lleva a la eurodiputada a reflexionar: “no es posible
tener un país libre y al mismo tiempo tener a toda esta policía y militares, incluso
con armas que no son normales de policías, a la vista de todos”.
Gomes habló
con el programa Esta Noche, vía Skype, y se mostró a favor de unas sanciones
europeas que no afecten al país, sino que castiguen directamente a “los
principales responsables del Gobierno, y los principales torturadores en las
cárceles, o responsables de la Policía”.
De su
encuentro con las presas políticas, ¿Qué es lo que más la impresionó?
Su fuerza
anímica, porque están en una situación terrible, en las manos de un régimen que
no sabe cómo va a reaccionar, que puede mantenerlas en la prisión por años, y
no en tanto están muy fuertes, muy valientes.
La forma
como hablaron con nosotros, claramente mostró que son muy firmes, de que es
necesario para los nicaragüenses luchar por su futuro. Por eso hablaron con
nosotros y se dejaron firmar, sabiendo que su mensaje saldría al pueblo, que
posiblemente arriesgarían una retardación (de sus juicios), pero no tuvieron
miedo de hablar de su situación y de cómo ven la lucha del pueblo de Nicaragua,
por un futuro democrático y libre.
Sus vídeos
son las únicas imágenes que se tienen de las presas políticas. ¿Conocía de
antemano la historia de algunas de las que grabó?
Solamente
conocía la historia de Amaya Coppens, porque sus familiares en Bélgica me
vinieron a ver, antes de que supiera que iría a Nicaragua en esta misión, y lo
que escuché y averigüé de la historia de Amaya, me dejó muy revuelta e
indignada, por eso tenía ganas de conocerla y conocer su situación.
Ahí mismo en
prisión, porque tuvimos un briefing dado por el viceministro de Gobernación,
escuche por primera vez sobre Irlanda (Jérez), porque fue uno de los casos que
nos mostraron, como intentando sugerir que eran falsas las acusaciones que ella
hace a las instituciones penitenciarias, y por eso nos explicaron un poco su
caso, y me quedé particularmente interesada por conocerla.
Descubrí que
es una mujer fantástica, con una fuerza extraordinaria, y me sorprendió a mí y
a todos nosotros, con su determinación y
liderazgo.
Usted
pertenece al Partido Socialista portugués. ¿Considera que el FSLN representa
los valores del socialismo?
Yo soy
socialista portuguesa y me siento muy orgullosa de ser socialista. Lo que he
visto en Nicaragua no tiene nada de socialismo. Lo que he visto son violaciones
de derechos humanos, violaciones del Estado de derecho, violaciones de los
procedimientos democráticos más elementales.
Yo he vivido
como portuguesa 21 años en dictadura, y cuando veo una la reconozco.
Infelizmente lo que he visto en Nicaragua es más cerca de la dictadura, que de
la democracia, y como socialista no puedo sino denunciarlo. No hay socialismo
sin libertad y sin democracia.
Yo estuve en
Nicaragua en 2011, en la misión de observación electoral del Parlamento
Europeo, una misión que era liderada por mi colega Inés Ayala Sender, y lo que
he visto me dejó muy mal impresionada, no con Nicaragua ni con el pueblo, pero
si con este dúo de los Ortega.
Comparada
con la Nicaragua de 2011, ¿Cómo vio el país ahora?
Mucho peor
porque en ese tiempo no he visto policías y militares en la calle, como hemos
visto este vez (2019), por ejemplo en las principales calles de Managua había
mucha gente y ahora no había ninguna persona. Yo he filmado unos trayecto, he
filmado una pequeña parte de lo que he visto; y eso por cierto dice mucho de la
represión, no es posible tener un país libre y al mismo tiempo tener a toda
esta policía y militares, incluso con armas que no son normales de policías, a
la vista de todos.
He tenido la
sensación que, en la reunión que hemos tenido al final con el presidente Daniel
Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, vivían en otra galaxia;
particularmente él, en el pasado. Cuando comenzamos hablar, él habló del
pasado.
Después mis
colegas lograron que (Ortega) se dijera dispuesto al diálogo, pero le dijimos
claramente que para eso tenían que haber condiciones para el diálogo. Y claro
que mantener presos políticos y seguir apresando a más personas y más
represión, no crean condiciones para un diálogo que pueda resultar.
En su
reunión con la pareja presidencial, ¿Les pidió que dejaran de llamar
“terrorista a los presos políticas? ¿Cuál fue la respuesta de ellos?
La cuestión
de los presos fue muy claramente planteada e incluso citamos lo que escuchamos
de algunos de nuestros interlocutores, y es que parece que hay más terroristas
en Nicaragua, que en Siria, o los países del estado islámico.
Por cierto,
que esto es sin ninguna credibilidad, es absurdo que se acuse a personas como
Amaya Coopens, Irlanda y las otras mujeres, y a Miguel Mora y a Lucia Pineda de
terrorismo.
¿Cuál fue la
respuesta del presidente sobre el tema de los presos políticos?
Fue
divagando, el presidente Ortega habló más del pasado y de las amenazas de los
gringos, lo habitual. Quiero destacar que es positivo que se manifestó
interesado en un diálogo con un nuevo formato, y espero que la comunidad
internacional, sea la OEA, la ONU o UE, podamos ayudar a que este diálogo se
reanude.
En uno de
sus tuit, mencionó que la sala donde se reunió con el presidente Daniel Ortega
y la primera dama Rosario Murillo, olía a “funeraria”. ¿Hay otro aspecto que le
haya impactado más de su encuentro con ellos?
Varios
colegas lo mencionaron. El jardín era fabuloso, dentro de la sala había una
profusa vegetación, pero una parte eran verdaderas y otras plásticas. Lo que
nos marcó, varios de mis colegas inmediatamente lo comentaron, es que hay un
olor a funeraria.
Creo que me
dio una anticipación de lo que está pasando en Nicaragua. Yo creo que este
régimen no puede quedarse mucho tiempo más. O se encuentra una solución
negociada para que se vayan y la transición democrática sea pacíficamente con
la organización de elecciones bajo supervisión internacional, o sino van a resistir
y continuar con la represión. Esto más tarde o más temprano va a desencadenar
en más reacciones populares en Nicaragua y más enfrentamientos como los que
vieron desde abril.
Usted ha
dicho en Twitter, que se debe sancionar a los responsables de la represión. ¿A
qué tipo de sanciones se refiere? ¿Y esos responsables, quiénes serían?
Esta es una
cuestión que está en la mesa, sino hay un diálogo verdadero. Hay muchos en la
Unión Europea que piensan en sanciones direccionadas, no sanciones que tengan
más impacto en las difíciles condiciones que vive el pueblo de Nicaragua.
Pero
sanciones direccionadas a los principales responsables del Gobierno, y los
principales torturadores en las cárceles, o responsables de la Policía; a ellos
se puede individualizar y determinar el congelamiento de bienes que tengan
invertidos en países de la Unión Europea.
Normalmente
en los regímenes que hay mucha corrupción, como es el caso de Nicaragua, el
provecho de la corrupción no se queda en el país, va a Miami, a las Islas Caimán,
va a España u otros sitios. Es posible detectar dónde están esos bienes y
congelarlos, no darles acceso. También impedirles viajar a Europa.
El tipo de
sanciones que se podrán contemplar, es ese tipo de sanciones direccionadas a
los individuos más responsables de lo que está pasando, y por violaciones de
derechos humanos en Nicaragua, y no un tipo de sanciones más genéricas que
agraven la situación muy difícil en que se encuentra el pueblo de Nicaragua,
por causa de la represión y de la mala gobernación del actual gobierno.
¿Qué les ha
dicho a sus colegas de la Unión Europea sobre lo que vio en Nicaragua?
Vamos hacer
un informe de nuestra misión que será público y que se discutirá públicamente
en la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento Europeo. Ahí quienes
hemos participado debemos dar nuestras impresiones, añadiendo al contenido del
informe, y vamos hacer recomendaciones. Muy pronto vamos a tener que tomar
decisiones de lo que recomendamos a la Unión Europea.
Para que
sean realidad las sanciones, ¿Cuál es el proceso?
No es
solamente el Parlamento quien lo determina. El Parlamento puede hacer recomendaciones.
La Comisión, el Concejo y la Alta Representante (de la Unión Europea para
Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad), también tienen que ser
involucrados en este proceso.
Creo que hay
algunos Gobiernos que entienden que algo así será inevitable, a menos que se
pare la represión. Hasta este momento no he escuchado nada en este sentido, al
contrario. Pero veremos qué es lo que pasa, no quiero anticipar desde ya, más
de lo que he dicho. Todas estas posibilidades se contemplan.
El
Parlamento hará sus recomendaciones al Consejo y a la Comisión Europea, pero
vamos a esperar hasta el informe esté listo. Será muy pronto, en el sentido que
este mandato del Parlamento está llegando a su fin, tendremos dos o tres
sesiones plenarias más. Si el Parlamento va adoptar una resolución sobre
Nicaragua tendremos en cuenta los avances, desde que fuimos ahí, y si vemos que
hay avances positivos, en el sentido de iniciar un proceso de diálogo serio,
muy bien.
Para eso, a
mi juicio, es necesario también que haya más interlocutores, porque es evidente
que este gran movimiento popular, que está en las calles, no está representado
por los partidos políticos que tienen asiento en el Parlamento. Sería
importante por ejemplo que este movimiento Azul y Blanco sea reconocido su
personalidad jurídica, para que sea también un interlocutor en el marco del
diálogo serio.
Vamos a ver que avances hay. Será exactamente en febrero, marzo y abril las tres sesiones que tenemos, que vamos a tomar una resolución sobre Nicaragua. No más tarde porque este mandato no tendrá más reuniones Plenarias en que podamos aprobar ese tipo de resoluciones, entonces necesitamos ver avances muy pronto.
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