
Si bien no
se especifica la situación que los obliga a emitir nueva deuda, el acuerdo
ministerial se pliega todo el tiempo a los supuestos que detalla el artículo 62
de la Ley No. 732, Ley Orgánica del Banco Central del Nicaragua (BCN). “Las
‘Letras de Tesorería’ autorizadas en el presente Acuerdo, son exclusivas para
subsanar necesidades temporales de caja”, señala el ministro en la publicación
en el Diario Oficial, lo que a juicio de tres economistas consultados por
Confidencial, revela la premura de la administración Ortega por conseguir
fondos frescos, ante la caída de las recaudaciones.
“El Gobierno
no tiene dinero. Por eso está colocando títulos en el BCN. Recordá que ya viene
el pago de las pensiones y de la planilla del gobierno. Seguro que tienen un
gran hueco que necesitan rellenar”, dijo un economista que solicitó el
anonimato como requisito para compartir su conocimiento del tema y sus
opiniones.
“Es una medida desesperada. Buscan hacer creer que están
consiguiendo fondos para mantener al Gobierno en funcionamiento, pero eso no es
una inversión nueva ni de ningún tipo. Lo que quieren es engañar a la gente con
esas vivezas de ratón”, dijo Róger Arteaga, extitular de la Dirección General
de Ingresos.
La decisión
de emitir esos títulos, que habría sido tomada el miércoles 30 de enero, según
reza el mismo acuerdo ministerial, no puede verse separada de la presentación
de la propuesta de reforma tributaria y la de la seguridad social, hechas
también la semana pasada, para recaudar unos 25 000 millones de córdobas, según
declaraciones del diputado Wálmaro Gutiérrez (FSLN), presidente de la Comisión
de Producción, Economía y Presupuesto de la Asamblea Nacional.
“Esto es
señal de un problema de liquidez bastante severo, porque la Tesorería es la
caja del Estado y de ahí salen [se pagan] obligaciones de muy corto plazo. Si
hay ese tipo de problemas en Tesorería, es señal de que estás llegando a los
niveles más bajos de liquidez, e indica que no tienen recursos”, aseguró Juan
Sebastián Chamorro, director de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo
Económico y Social (Funides).
A juicio de
Arteaga, el descenso en la caja del Estado se explica por la caída del consumo,
que lleva a que haya menos operaciones en el mercado y la economía caiga en
recesión, lo que disminuye las recaudaciones.
La reforma
tributaria, y la del sistema de pensiones, además de extraer recursos a la
población, limita las operaciones que pueden efectuar las empresas (como
comprar materia prima para producir más), pero “estrangular a la gente –y a las
empresas- no genera más ingresos”, dijo el experto.
“Ahora
empiezan a tener sentido las medidas incorporadas en ambas reformas”, dijo por
su parte Chamorro, que conoce el manejo de la cosa pública no solo por su
condición de economista, sino también por el tiempo en que fungió como
viceministro de Hacienda.
Además de la
clara señal de iliquidez que envía el Gobierno al hacer aprobar el acuerdo
ministerial 002 – 2019, a los expertos consultados también les llama la
atención el mecanismo elegido: la colocación de deuda en el Banco Central,
aprovechando los ligeros resquicios que permite el Artículo 62 de la Ley Orgánica
del emisor oficial de moneda.
Si bien el
BCN “no podrá conceder crédito directo o indirecto al Gobierno de la República
para suplir deficiencias de sus ingresos presupuestarios, no podrá concederle
avales, donaciones o asumir funciones que le correspondan legalmente a otras
instituciones gubernamentales… para subsanar necesidades temporales de caja que
se presenten durante el ejercicio presupuestario”, el Banco podrá descontar
valores emitidos por el Gobierno por un monto no mayor del 10% del promedio de
los ingresos tributarios recaudados por el Gobierno en los dos años anteriores
al año de la solicitud.
Eso
implicaría, a tenor con los montos recaudados en 2017 y 2018, que la
administración tendrá acceso a una cifra cercana a los 7000 millones de
córdobas, que deberá pagar este mismo año, presumiblemente, con los recursos
que pueda generar la reforma tributaria.
“Esto es un
parche incompleto, porque están apostando a que los pagarán con el resultado de
la reforma tributaria, si es que ésta rinde lo que ellos planean”, señaló
Chamorro.
La decisión
de adelantar la fecha de pago de los impuestos, y el aumento de los anticipos
del impuesto sobre la renta, podrían ser para pagar estas nuevas obligaciones.
La otra opción es que si la reforma tributaria no produce suficientes recursos,
entonces pasarían a usar las Letras, sopesó el experto.
Arteaga por
su parte, insiste en la teoría de la desesperación, basado en que “nadie compra
los títulos del BCN, y como nadie le compra tampoco al Ministerio de Hacienda,
no me extrañaría que el INSS también haga sus propias emisiones de títulos de
deuda, sin que nadie se las compre”.
Datos
oficiales del BCN, indican que entre enero y febrero 2019, solo se ha colocado
el equivalente a poco más de 276 000 dólares en Títulos de Inversión (TIN), del
BCN, si se suman los 230 000 colocados en dólares (a tasas de interés que
oscilan entre 5.5% y 6.5% anual), con los valores denominados en córdobas, que
encontraron ofertas por 1.5 millones a tasas de entre 5% y 8%. Solo dos de las 14 convocatorias a subastas
TIN en dólares, encontraron oferentes. El resultado es peor en el caso de las
subastas en córdobas, donde solo hubo respuesta a dos de las 24 llamadas del
BCN.
El
exdirector de Ingresos observa que lo normal es que esas emisiones se colocaran
en el mercado, pero “ningún inversionista privado le comprará a un gobierno que
no saben si mañana estará en el poder. Es un enorme riesgo que genera el mismo
gobierno”, sentenció.
En todo
caso, no hay duda de que si Hacienda ofrece esos títulos al BCN, este los
comprará. No solo porque el BCN renunció a la autonomía que le concede la Ley y
se plegó a los requerimientos del Ejecutivo, sino también porque el Banco posee
suficientes reservas en córdobas para satisfacer las demandas de Hacienda.
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