
Los
panelistas fueron el Secretario Especial de Comercio Exterior de Brasil Marcos
Prado Troyjo, el vicepresidente de Ipsos Public Affairs (empresa patrocinadora
del desayuno) Mark Polyak y el vicepresidente para Latinoamérica de la
constructora estadounidense Hill International.
El ponente
principal de esta sesión fue el Secretario de Comercio de EEUU Wilbur L. Ross.
La conversación sobre Venezuela formó parte de un evento de tres días
organizado por CG/LA Infrastructure en el cual se discutieron grandes proyectos
de infraestructura en Suramérica con especial acento en el cambio de escenario
que se vive en Brasil con el mandato de Jair Bolsonaro.
La
“reconstrucción” de Venezuela en una etapa postchavista era prevista como una
perspectiva de negocios para empresas españolas durante el gobierno de Mariano Rajoy,
ha sido mencionada por el colombiano Iván Duque, suele ser tema en numerosos
eventos en Washington y en las periódicas reuniones de los organismos de
financiamiento multilateral y, también de empresas privadas como las que se
reunieron en Brasilia.
Los veinte proyectos a que hacía referencia la promoción
del evento habrían sido identificados por el gobierno de EEUU junto al
“gobierno de Guaido y otros socios y expertos” y serían de “importancia crítica
para la estabilización económica de Venezuela” en área de “energía,
infraestructura y medio ambiente” según el alto enviado de Washington.
El
Secretario Ross durante su exposición narró que su Departamento, a solicitud
del Consejo de Seguridad Nacional encabezado por John Bolton en preparación
“para los días posteriores a un cambio de régimen” en Venezuela, desarrolló un
enfoque de todo el gobierno de EEUU para la estabilización económica de
Venezuela después de la salida de Maduro.
“Catorce agencias federales
trabajaron durante cuatro meses y produjeron cientos de páginas de elementos de
acción y su tiempo por etapas” aseguró Ross quien advirtió que “todo en lo que
estamos trabajando son sólo sugerencias”(…) “y será el gobierno de Guaidó que
decidirá”. Ross asomó tres etapas de acción: “alivio inmediato”, “inversión del
socialismo” y “restauración del crecimiento”. “El corto plazo es un alivio
humanitario inmediato y de otro tipo en el primer o segundo mes, el mediano
plazo es trabajar para revertir el impacto del socialismo en los meses tres al
doce, y el esfuerzo a largo plazo es restaurar el crecimiento económico
sostenible” explicó Ross.
Para la
definición de sus planes, Ross dijo que trabajan “en estrecha colaboración con
Brasil y otros países socios en América Latina, así como con instituciones
financieras internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y
ejecutivos con experiencia reciente del sector privado en Venezuela”. Cuatro
líneas de trabajo habrían sido definidas por los técnicos del gobierno de EEUU
para el proceso de estabilización: “energía, estabilización macroeconómica y
financiera, normalización agrícola y rehabilitación del sector privado”.
En la etapa
del “alivio inmediato” para el sector energético, Ross propone “liberalizar el
sector y promover la participación de empresas privadas, incluso de EEUU, a
través de la nueva ley de hidrocarburos bajo consideración en la Asamblea
Nacional [de Venezuela]”. En esa misma etapa “EEUU aliviará las sanciones,
promoverá el crédito comercial nacional e internacional, desplegará asesores técnicos
e involucrará a las instituciones financieras internacionales para generar
confianza en las nuevas políticas económicas de Venezuela”.
En el lapso
para “revertir el socialismo”, entre los meses 3 y 12 del plan, EEUU propone
“revisar el banco central, el sistema tributario, las instituciones fiscales,
la deuda y el sector bancario de Venezuela en el contexto de un acuerdo a largo
plazo con el FMI y la necesidad de estabilidad económica y elecciones libres”.
En otro
aparte de su discurso, el secretario Ross afirmó que en la etapa de
“restauración del crecimiento” deberá “ampliarse el ancho de banda y la
capacidad de los puertos y puentes clave vital para la minería y el sector de
petróleo y gas. Y así, ya estamos comprometidos con el sector privado y las
instituciones financieras internacionales para avanzar en estos proyectos”.
El 01AGO19,
pocas horas después que el Secretario de Comercio Wilbur L. Ross expusiera en
Brasilia las propuestas del gobierno de EEUU para una Venezuela postchavista,
en el jardín sur de la Casa Blanca caminando para abordar el helicóptero Marine
One, Donald Trump asomó un escalamiento en las sanciones contra el régimen
venezolano.
Un periodista interrogó a Trump: “señor Presidente, gracias. ¿Está
considerando un bloqueo o cuarentena de Venezuela, dada la cantidad de
participación extranjera de Rusia, China e Irán?”. Trump sin mayores detalles y
moviendo la cabeza respondió afirmativamente “Sí, lo estoy”. El periodista
insistió: “¿Lo está considerando?” y nuevamente Trump afirmó: “Sí, lo estoy.
Sí. Sí lo estoy”. “Yes, I am. Yes. Yes, I am”, según la transcripción oficial
de la Casa Blanca. Se trata de la primera ocasión en la cual el gobierno de
EEUU expresamente se refiere a una potencial medida de bloqueo.
Desde el
jardín sur de la Casa Blanca, camino a tomar su helicóptero presidencial, Trump
se extendió el 30JUL19 en halagos hacia el clan Bolsonaro: “tengo una gran
relación con Brasil. Tengo una relación fantástica con su presidente. Y es un
gran caballero. Él ha estado aquí, como saben. De hecho, le dicen el
"Trump de Brasil". Me gusta. Es un cumplido. Creo que está haciendo
un gran trabajo.
Es un
trabajo difícil, pero creo que su presidente está haciendo un trabajo
fantástico. Es un hombre maravilloso con una familia maravillosa”. Esta última
frase pareciera confirmar que Eduardo Bolsonaro, el “hijo cero tres” de Jair
Bolsonaro recibirá el beneplácito de la Casa Blanca para ser Embajador de
Brasil en Washington.
Preguntado Trump por los reporteros sobre un acuerdo
comercial con Brasil, respondió: “vamos a trabajar en un acuerdo de libre
comercio con Brasil. Brasil es un gran socio comercial. Nos cobran muchas
tarifas, pero aparte de eso nos encanta la relación”. Mientras Trump hablaba en
los jardines de la Casa Blanca, su Secretario de Comercio permanecía en
Brasilia donde era recibido por Bolsonaro y por el equipo económico oficial.
El 31JUL19
Donald Trump remitió al Departamento de Estado un memorándum, amparado en la
Ley de Asistencia Extranjera de 1961, mediante el cual designó a Brasil como
“aliado mayor de EEUU no miembro de la OTAN a los propósitos de la ley de
Control de Exportación de Armamento” conocido bajo el acrónimo de MNNA. Se
trata de una de las iniciativas del gobierno Trump para señalar a Jair
Bolsonaro como un socio especial de EEUU en Latinoamérica.
La
designación no implica una alianza militar pero es una señal política sobre el
relacionamiento de ambos gobiernos. En un comunicado conjunto del 01AGO19, la
Cancillería y el Ministerio de Defensa de Brasil asomaron que la industria
militar brasileña podría beneficiarse de la condición de MNNA con un mayor
acceso al mercado estadounidense, “esperamos facilidades en los trámites para
la adquisición de productos de alta tecnología necesarios para programas
estratégicos nacionales”. El gobierno brasileño entiende la visita del
Secretario de Comercio y la designación MNNA como signos de una nueva etapa de
alto relacionamiento con EEUU y directamente con Trump.
El gobierno
de Paraguay encabezado por Mario Abdo Benítez estuvo pronto a ser objeto de un
proceso de rápida destitución.
La noche del
31JUL19 las diversas fuerzas políticas de oposición el Partido Liberal y el
izquierdista Frete Guasú, así como el sector del Partido Colorado controlado
por el expresidente Horacio Cartes, se manifestaban por abrir un proceso de
impeachment a Abdo y destituirlo para lo cual contaban con los votos necesarios
en las dos cámaras del parlamento.
La crisis política había comenzado el
25JUL19 cuando trascendió un conflicto a nivel de las máximas autoridades del
sector eléctrico, enfrentadas por los términos de un acta firmada por las
cancillerías de Brasil y Paraguay sobre tarifas, cargas y reventa de excedentes
de la electricidad procedente de la hidroeléctrica binacional de Itaipú.
Secretismo, traición a la patria, ceder a los intereses de empresas brasileñas
en desmedro de Paraguay fueron señalamientos contra el gobierno de Abdo. El
29JUL19 el canciller paraguayo Luis Castiglioni y el embajador en Brasilia
renunciaron a sus cargos así como varias autoridades del sector eléctrico pero
estas movidas no contuvieron la creciente ola de a favor de un impeachment.
Mientras la
temperatura de la crisis en Asunción subía, los gobiernos de Brasil y EEUU se
pronunciaron expresamente en apoyo a Abdo. En la noche 31JUL19 el Embajador
estadounidense en Asunción Lee McClenny escribió en la cuenta Twiter oficial:
“la Embajada expresa su profunda preocupación por la situación actual. Estamos
siguiendo de cerca los acontecimientos políticos y esperamos que se respeten
los procesos democráticos y la Constitución Nacional... tomando decisiones con
calma y en forma participativa, asegurando el debido proceso, otorgando los
plazos necesarios a las partes y considerando todas las pruebas”.
La
cancillería brasileña emitió en la mañana del 01AGO19 un comunicado resaltando
las “excelentes relaciones entre los dos países” logradas por “la excelente
relación personal” entre los presidentes Abdo y Bolsonaro y “la coincidencia de
sus visiones estratégicas”. Temiendo un proceso de enjuiciamiento contra Abdo,
Itamaraty advirtió que “al reiterar el total respeto al proceso constitucional
de Paraguay, el Brasil confía en que el proceso sea conducido sin ruptura del orden
democrático, en respeto a los compromisos asumidos por Paraguay en el ámbito de
la cláusula democrática del Mercosur”.
El propio Bolsonaro manifestó su
inquietud por la suerte que podía correr su colega paraguayo: “el problema es
que en Paraguay el impeachment usted lo hace en 72 horas” dijo el mandatario
brasileño en referencia al procedimiento expeditivo contemplado en la
Constitución paraguaya que en 2012 permitió la destitución del izquierdista
Fernando Lugo.
El recién
designado canciller paraguayo Antonio Rivas Palacios planeaba viajar a Brasilia
el 02AGO19 para formalizar ante Brasil la decisión de su gobierno de anular el
acta del 24MAY19. Pero la rapidez con la cual se movía la crisis política en
Asunción hizo que Abdo y Bolsonaro acordara apresurar los pasos para dejar sin
efecto el acta y convocar a nuevas negociaciones técnicas tratando de desinflar
la presión que amenazaba con dar al traste con el gobierno paraguayo. Bolsonaro
y su canciller Ernesto Araújo acordaron el 31JUL19 una operación de salvataje
para su aliado paraguayo.
Itamaraty
instruyó a su embajador en Asunción Carlos Simas Magalhães para proceder a
suscribir con la cancillería paraguaya un acta dejando sin efecto la anterior
en la cual “ambas Altas Partes Contratantes instruyeron a las instancias
técnicas en el ámbito de la Itaipú Binacional a retomar las reuniones”. La
firma del embajador brasileño Simas Magalhães y del embajador paraguayo
Federico González dejaron sin efecto la polémica acta sobre las contrataciones
de electricidad. El movimiento a favor de la destitución presidencial perdió
fuerza ante el anuncio del Partido Colorado, que es el partido de Abdó, de
darse por satisfecho con la anulación del acta.
Casi
inmediatamente la Embajada de EEUU escribió “hemos observado de cerca y con
consternación los acontecimientos recientes y aplaudimos la prudencia de los
líderes para encontrar una salida viable. Respaldamos los esfuerzos del
Presidente @maritoabdo a favor de la transparencia”. La crisis paraguaya
aparentemente quedó superada en buena medida por el respaldo político llegado
desde Brasilia.
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