
Los médicos protestaron para exigir la reintegración de
facultativos despedidos tras atender a heridos durante ataques armados del
Gobierno, y por el asedio que sufren los médicos que “han cumplido con su
juramento hipocrático”, de atender a todas las personas sin distingo políticos.
El despliegue policial, que a juzgar por la cantidad de
agentes y técnicas superó cualquier operativo visto contra el crimen organizado
internacional, no logró impedir que un pequeño grupo de médicos y trabajadores
de la salud lograra ingresar al punto citado, para realizar la protesta.
Durante la protesta, desde el estacionamiento del Centro
Empresarial Pellas, los médicos gritaron los nombres de más de 20 personas que,
según afirmaron, murieron porque la exministra de Salud y ahora asesora
personal de Ortega, Sonia Castro, ordenó que no se les atendiera en los
hospitales.
“¡Eran nicaragüenses, no eran enemigos!”, exclamaron los
manifestantes, quienes también lanzaron consignas como “¡Basta ya de
represión!”, “¡Dictadura no, democracia sí!”, o “¡No más torturas!”.
Los médicos también tuvieron palabras contra Ortega: “¡Es
un delincuente, no es presidente!”. También lo llamaron “¡Asesino, violador,
narcotraficante!”.
Con sus consignas los médicos retaron la presencia de
policías, que incluyó decenas de patrullas fuertemente armadas, con fusiles de
guerra, agentes especializados en la captura de criminales peligrosos y
antidisturbios, así como patrullas en vehículos todo terreno, perros, calabozos
móviles y autobuses.
“La protesta es cívica, nos han tratado de amedrentar,
pero han visto que los médicos no tenemos miedo”, dijo el líder del gremio,
José Luis Borge, a periodistas.
Durante la manifestación los policías golpearon e
hirieron a un menor de edad que intentaba realizar una gestión en las oficinas
cerca del plantón, denunciaron sus familiares.
Borge advirtió que la calidad de la atención médica en
Nicaragua ha disminuido desde el estallido social contra Ortega en abril de
2018, porque el Ministerio de Salud no encuentra suficientes médicos de
ideología sandinista para sustituir a los que ha destituido.
Según la Unidad Médica Nicaragüense, más de 75 médicos
han debido exiliarse por el asedio de policías y paramilitares del Gobierno, de
los cuales 56 permanecen en Costa Rica, y 19 en Estados Unidos, mientras otros
han huido a Europa o permanecen escondidos en zonas rurales de Nicaragua.
“Es impensable que Daniel Ortega, que es un delincuente,
tiene derechos, y nosotros, que somos médicos, no tenemos derechos, ¡en qué
país estamos!”, se quejó el cirujano Eddy Valverde.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha
responsabilizado al Gobierno de Ortega ha cometido crímenes “de lesa humanidad”
en el marco de la crisis. La crisis ha dejado al menos 325 muertos, de acuerdo
con la CIDH.
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