
A través de su
cuenta de Twitter, Simonovis informó que funcionarios de la tiranía de Maduro
presidieron una reunión con el apoyo de grupos terroristas donde establecieron
un «agresivo plan de destrucción masiva de las democracias» en la región.
A la reunión
asistieron el segundo hombre más poderoso del chavismo, Diosdado Cabello; los
hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, el director de Contrainteligencia Militar
Iván Hernández Dala; y Valentín Santana, líder del colectivo «La Piedrita», uno
de los principales brazos armados que protege al régimen de Nicolás Maduro.
«Se acordó
iniciar un plan de entrenamiento para los Colectivos en materia de inteligencia
e impartir instrucción sobre insurgencia a grupos milicianos, quienes
ejecutarán acciones desestabilizadoras fuera de Venezuela. Objetivo:
desestabilizar la región latinoamericana», informó Simonovis quien cuenta con
información clave de inteligencia militar en Venezuela.
Asimismo el
funcionario del Gobierno de Guaidó señaló que los países miembros del TIAR
tomarán medidas «para acabar con la exportación de la anarquía en nuestra
región».
Y es que en las
últimas semanas han surgido graves evidencias de que la tiranía de Nicolás
Maduro y la de Cuba con la ayuda de la izquierda y gobiernos socialistas de la
región, han buscado desestabilizar la paz de América del Sur enviando a
personas a participar de manera violenta en las diferentes protestas, hasta el
punto de otorgar pasaportes a presuntos terroristas.
Este lunes 25 de
noviembre se conoció que el Gobierno de Colombia expulsó a 60 venezolanos que
estarían involucrados en acciones que pondrían en riesgo el orden público y la
seguridad nacional.
Pero además, el
mismo director de Migración Colombia, denunció que la tiranía ha otorgado
pasaportes venezolanos a extranjeros que podrían estar ligados al terrorismo
internacional.
Hasta ahora
Bolivia, Ecuador, Chile y Colombia han logrado expulsar a decenas de
venezolanos involucrados con las protestas violentas y la desestabilización de
la región; todos presuntamente pagados y auspiciados por la tiranía de Nicolás
Maduro.
Fue en agosto de
este año cuando se conoció que mercenarios rusos se han dedicado a entrenar a
colectivos armados del chavismo; ahora cobra sentido, cómo la dictadura ha
planificado con la ayuda de gobiernos como el de Rusia, la caída de
presidencias democráticas de la región.
Una investigación
de Meduza, un medio ruso exiliado en Letonia con el fin de poder ejercer «con
libertad», publicó un reportaje en el que revela que Rusia tiene «60
mercenarios que realizan tareas especiales en el país suramericano y que fueron
encargados para trabajos como reclutar informantes en partes peligrosas de
Caracas».
Entre las tareas que sí
estarían relacionadas con apoyar al régimen de Maduro estaría en trabajo de
entrenamiento a miembros de la milicia y colectivos chavistas; que son grupos
civiles armados por la dictadura para defender «la revolución».
Al parecer ahora
estos grupos entrenados por especialistas rusos estarían saliendo del país para
participar en manifestaciones violentas en países como Colombia, Bolivia,
Ecuador y Chile.
Joseph Humire,
director ejecutivo del Centro para una Sociedad Libre y Segura, señaló a PanAm
Post que para él, «la migración de venezolanos está siendo utilizada como una
arma de guerra de cuarta generación» para atentar contra la seguridad de la
región.
Asegura que no se
trata solamente de una iniciativa desestabilizadora de la izquierda o el Foro
de Sao Paulo, sino también de la influencia y participación que mantienen
Rusia, China, Irán y Turquía para penetrar en la región.
Humire asegura
que para atacar lo que está sucediendo es necesario que los gobiernos
democráticos tomen acciones y sanciones contra estos aliados de Maduro. Y que
además deberían reforzar sus servicios de contrainteligencia en Migración para
evitar el ingreso de personas que pueden convertirse en una amenaza.
Señaló que
Estados Unidos podría tener un papel importante al ayudar y asesorar a los
Gobiernos en materia de contrainteligencia.
Al momento de
publicar la información sobre la peligrosa reunión que se dio en Fuerte Tiuna,
el representante del Gobierno de Guaidó, Iván Simonovis lanzó un comentario que
genera expectativa en relación con las próximas acciones a tomar por parte de
los países de la región en el marco del Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca (TIAR).
«Muy pronto, los
países miembros del TIAR, comprometidos con la democracia y la justicia,
daremos un paso decisivo e histórico para acabar con la exportación de la
anarquía en nuestra región. Solo una respuesta proporcional a esta amenaza,
evitará el caos en Latinoamérica», señaló.
Ha sido el
régimen de Maduro el que ha logrado infiltrar a ciudadanos violentos con
pasaportes falsos en los países que hoy enfrentan protestas violentas de
oposición a Gobiernos democráticos, y hasta ahora esas mismas naciones se
quedan de brazos cruzados y evitan tomar medidas contundentes que acaben con la
raíz del problema: la tiranía de Maduro en alianza con los líderes socialistas
de la región.
Queda esperar si
Simonovis mantiene su posición expresada en julio cuando aseguró que «solo una
coalición militar aseguraría la ayuda a Venezuela».
En esa
oportunidad el comisionado admitió que grupos terroristas usan el territorio
venezolano como un refugio para cometer crímenes bajo la mirada protectora del
régimen chavista, y recomendó que la primera medida que se debe tomar tras la
aprobación de la ley de Reincorporación de Venezuela al Tratado Interamericano
de Asistencia Recíproca (TIAR) es «crear una coalición de varios países para
proteger el ingreso de la ayuda humanitaria de medicinas y alimentos».
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