
Carrión dijo que
han advertido que no existen condiciones de un retorno seguro a Nicaragua,
menos en un momento de nerviosismo del régimen de Daniel Ortega, que ha llamado
a estar "atentos a las acciones de sus enemigos" por todo lo ocurrido
en Bolivia.
"No hay
ninguna señal de condiciones, no hay ninguna garantía, ni el sepulcro de los
muertos tiene paz, los atacan y desbaratan las tumbas y siguen operando los
escuadrones de la muerte del régimen", señaló.
Carrión, miembro
del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), al que el régimen lo
quitó su personería jurídica, se exilió en Costa Rica desde el 2018, pero en
ese país trabaja en el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +.
Precisamente,
este grupo de trabajo presentó el seis de noviembre pasado un informe de su
monitoreo de los atropellos y describe como los exiliados que regresan sufren
asedio, uno de ellos, fue asesinado.
Publicar un comentario